2000 años de ofrendas de sangre
Originalmente el título de esta entrada iba a ser 2000 años de gladiatura, pero me pareció demasiado capcioso, y en Lucius Spiculus Divulgación, no queremos eso. ¿Que de que voy a hablar hoy?, pues de las libaciones de sangre, es decir, las ofrendas de este líquido que se hacían en un contexto funerario en la antigüedad.
Aunque lo publique ahora en el blog, es un tema que me planteé hace muchos años, cuando empecé a interesarme por la gladiatura, y en aquel entonces, me senté delante del ordenador y me puse a tirar del hilo, partiendo del primer combate gladiatorio propiamente romano que hay registrado(1), hacia atrás. No fue poco lo que descubrí, y el viaje me llevó nada más y nada menos que hasta la guerra de Troya, datada del 1250 a.C. según Heródoto..
Lo cierto es que el primer registro histórico que encontré sobre un duelo ante la pira funeraria, fue durante el funeral de Patroclo, erómenos(2) de Aquiles, y lo tenemos reflejado en un pasaje de la Ilíada(3) que habla sobre el enfrentamiento entre Áyax y Diómedes durante la quema del cadáver de Patroclo:
“Invitemos a los dos varones que sean mas esforzados, a que, vistiendo armas y asiendo el tajante bronce, pongan a prueba su valor ante el concurso. Al primero que toque el gallardo cuerpo de su adversario, le rasguñe el vientre atravesándole la armadura y le haga brotar la negra sangre, darele esta magnífica espada”
Tras esta mención, seguí investigando la cultura griega del período clásico y arcaico y encontré que esta práctica (la de libaciones de sangre o duelos agonísticos en los funerales), era algo que se contemplaba en los funerales griegos(4), incluso se hacían competiciones tiempo después para recordar al difunto (¿os suena de algo?). Encontré otros ejemplos claros de este tipo de actos en los funerales, por ejemplo, en generales de Alejandro Magno(5).
Con el paso del tiempo (sobre el siglo VIII a.C.), se produce una suerte de intercambio cultural en todo el mediterráneo conocido como el “Orientalizante”, que en la región centro y sur de la península itálica se ve marcada por una influencia helena en su cultura, ya que los griegos habían colonizado la zona de la Campania. Los habitantes de esta zona, los campano-lucanos, nos dejaron sus tumbas decoradas con motivos de lucha agonística con libación de sangre, e incluso Tito Livio(6) mientras hace referencia a la segunda guerra Samnita, nos dice que los campanos conocían la gladiatura:
“los campanos, llenos de desprecio y odio hacia los samnitas, hicieron que las llevasen (armas y armaduras) los gladiadores que actuaban en sus banquetes y los llamaron, desde entonces, samnitas.”
Los etruscos también hacían estas libaciones de sangre de las que venimos hablando, y hay citas, como la de Arnobio(7), cuando hace referencia a los ritos etruscos, que nos lo demuestran:
“como sostienen en Etruria en sus Libri Archeruntici, que las almas se vuelven divinas, y son liberadas de la ley de la muerte, si la sangre de ciertas víctimas es ofrecida a ciertas deidades”.
Y no solo eso, si no que hay otras citas, como la de Nicolás de Damasco(8), que nos dice que la costumbre gladiatoria, le viene a los romanos dada de los etruscos:
“Los romanos no solo celebraban los espectáculos de gladiadores en reuniones solemnes y teatros, tomando la costumbre de los etruscos, sino también en festines”
De hecho, los primeros gladiadores romanos era conocidos como bustuarii, por el hecho de que combatían ante la pira funeraria (bustum). Cuando estos combates fueron desacralizándose y convirtiéndose en un espectáculo, la terminología bustuarii desaparece por completo, pero esta nomenclatura nos deja claro que tuvieron su momento en el que el fin principal era, precisamente, la libación de sangre ante el difunto.
Pero, a partir del momento en que dejó de ser un acto sacro para ir convirtiéndose más en un espectáculo, ¿podemos considerar que seguía habiendo libación de sangre en honor a los difuntos?. Académicos como Mañas nos señalan que tras el mandato de Nerón, las luchas de gladiadores quedaron desacralizadas, si bien siguieron mostrándose de forma puntual y totalmente secundaria referencias al mundo funerario. Fueron muchos los personajes públicos, emperadores entre ellos los que ofrecían juegos gladiatorios en recuerdo de un familiar muerto(9). No solo esto, si no que entre los figurantes que ejercían alguna labor en el anfiteatro, figura Caronte, la figura mitológica encargada de pasar las almas de un mundo a otro, que en el anfiteatro tenía la función de comprobar que el gladiador estuviera realmente muerto. Como vemos, siempre se conservó un mínimo, por poco que fuera, de conexión con este parte mas sacra y original de este tipo de luchas.
Todas estas citas, junto con los frescos de las zonas campano-lucanas (como las de Paestum), nos dejan ver que este tipo de ofrenda de sangre, no es algo exclusivo de la gladiatura romana, si no que lo comparten muchas culturas a lo largo del tiempo, con lo que podemos decir que el elemento ritual de la gladiatura, el combate con libación de sangre, duró cerca de 2000 años, desde la guerra de Troya en el XIII a.C. hasta el siglo V d.C. teniendo como última referencia de los combates gladiatorios unos contorniatos (monedas) en las que se representan luchas de gladiadores, en el año 429 d.C..
Notas:
1-264 a.C. Funeral de Brutus Pera, organizado en el Foro Boario por sus hijos.
2-Según la tradición griega, relación pederástica de un adolescente con un adulto.
3-Homero, Ilíada 23·802- 809
4-Burkert, W. (2007): Religión griega arcaica y clásica. Abada Editories, Madrid
5-Ateneo, Banquete de los eruditos, 4·155A
6-Tito Livio, Historia de Roma IX·40
7-Arnobio de Sicca, Adversus nationes 2·62
8-Nicolas de Damasco en Ateneo , Banquete de los eruditos 153F
9-HA, Marcus 8·3-4
Imagen de cabecera: Lucha funeraria en uno de los frescos de las tumbas campano-lucanas de Paestum. Fuente: Wikimedia commons