Otro año más, acudimos a la fiesta de ambientación romano-castreña de Cacabelos. Personalmente, coo Javi, llevo yendo a este evento desde su fundación allá por 2010, cuando Lucius no era ni tan siquiera una idea, y la gladiatura era algo para mi, tan distinto a lo que es ahora. Aunque no sea el lugar con más afluencia o con el cartel de actividades más grandes o más recreadoras de a los que he ido, sin duda es mi segunda casa. El trato que siempre proporcionan las gentes del lugar (ojo, no solo a mi por la amistad que me une a ellos, si no a todo el mundo que los visita), el magnífico lugar escogido para las actividades (un parque fluvial) y el buen tiempo que siempre aporta esta villa, son un aliciente más que de sobra para pasarse al menos, a pasar la tarde del sábado (momento donde casi todo el programa tiene lugar).
En otras ocasiones hemos ofrecido charlas en el museo y luchas en el propio parque fluvial. Este año decidimos cambiar un poco el perfil de nuestro aporte y trabajamos una actividad más alejada de lo que solíamos hacer en esta cita, y planteamos una muestra puramente divulgativa. Como sabréis los que sois habituales, ya sea de la web, o de nuestras actividades, a finales del año pasado terminamos nuestra investigación sobre la biomecánica de los movimientos en la gladiatura aplicada al murmillo, y hemos decidido probar el salto del campo teórico y de las charlas, y aplicarlo en una actividad más visual.
Planteamos un entrenamiento basado en la tetrada griega, y en nuestras hipótesis sobre los principios básicos de lo que sería el acondicionamiento físico de un gladiador en tiempos romanos. Todo ello, de manera totalmente práctica. Os explico:
Uno de nosotros interpretó el papel de gladiador novato, y otro el de un doctore. Así, bajo las instrucciones del veterano, el tiro hizo una fase de entrenamiento de técnica, otro de fuerza, una sesión de descarga y finalmente un entrenamiento a intervalos de alta intensidad, aplicado a la realidad del combate al que se tendría que someter. Como si fuera un trabajo por estaciones, durante unos minutos, el novato realizó ejemplos de ejercicios tipo de cada uno de los días que componen la tetrada (incluso tuvo masajista en el día de descarga). Mientras todo esto sucedía, el tercero de nosotros, explicaba al público lo que allí se estaba realizando y de donde salía, es decir, nuestras hipótesis y las fuentes documentales y arqueológicas en las que se apoyaban.
Fue esta la primera toma de contacto con esta actividad, una puesta en escena nueva que estaba siendo testeada. Personalmente, y por lo hablado con los compañeros, confiábamos mucho en nuestro trabajo y la calidad de lo ofrecido, no obstante, la respuesta del público y el interés genuino que encontramos tras el espectáculo, recibiendo preguntas verdaderamente interesantes y demandas de más informacione, nos sorprendió para bien.
Quitados ya del apartado más didáctico de nuestra estancia, solo me queda destacar, de nuevo, el buen trato recibido por parte de los amigos y organizadores de Cacabelos. También quiero destacar aquí las nuevas personas que hemos conocido en este evento, las charlas mantenidas con ellas, de forma especial Juan y Susana.
Las dos próximas semanas las tomaremos de descanso para preparar la siguiente tanda de eventos (Vulcanalia, Segisama Julia y Cita coa Historia), por lo que los reportajes cesarán hasta entonces, pero no por ello os dejaremos sin artículos, así que…¡hasta el próximo domingo!
Fotografía de cabecera: @vizko.nde