Según Lucio Flavio Filóstrato , la tetrada griega en la que se basaba el entrenamiento de un gladiador se definía como; “Un ciclo de cuatro días en el que cada uno está dedicado a distintas actividades. El primer día se prepara al atleta, el segundo es un entrenamiento muy intenso, el tercero un día de relajación y el cuarto un ejercicio de nivel medio a difícil.1

Hoy desglosaremos el tercer día, el dedicado a la relajación. Más específicamente en el masaje que se les realizaba a los gladiadores para mantener su buen estado físico, como hoy en día la fisioterapia deportiva. Para ello, nos remontamos a la época de la Antigua Grecia, donde el masaje se realizaba en diferentes clases sociales.

Los aliptes eran las persona encargadas de repartir el ungüento por el cuerpo de gladiadores tras el combate y a los atletas antes y después de las competiciones. Pero los masajes no solo eran disfrutados por ellos, sino que eran muy comunes en las termas destinadas al ocio. Según la parte del cuerpo donde se aplicaba el masaje, el aceite estaba elaborado de diferentes ingredientes: los brazos se frotaban con menta, la mejorana se utilizaba para el cuidado del cabello, las rodillas se masajeaban con tomillo y para las piernas usaban el aceite esencial de orégano. Así mismo, la lavanda y su aceite esencial eran muy apreciadas para realizar baños relajantes. Por otro lado, la anatripsis era el conjunto de técnicas y conocimientos basados en el frotamiento con aceites perfumados así como una técnica de vaciado venoso que mejoraba la circulación sanguínea.

Pero para conocer el origen de esta técnica debemos hablar de Hipócrates (460-370 a.C.), quien recogió las ventajas y las contraindicaciones del masaje en “Sobre las articulaciones”, dando consejos sobre cómo debían realizarse las frotaciones, fricciones y otros movimientos. Para él, los pacientes primero debían pasar por técnicas naturales antes de recurrir a otros métodos más agresivos como la cirugía. Según dejó escrito, “es bueno que el médico sea experto en muchas cosas pero sobretodo en el masaje2 . Una de las propiedades que este pionero en la medicina le dio a la técnica de masajear fue que «las fricciones pueden sujetar una articulación que esté demasiado laxa y aflojar otra que esté demasiado rígida»3, algo importante en la recuperación de los gladiadores durante sus entrenamientos y combates.

Ya en el Imperio Romano, médicos como Asclepíades de Bitinia(125-56 a.C.) o Areteo (siglo II d.c) recetaban masaje y ejercicios de recuperación como terapia física.

Fue Claudio Galeno (129-199 d.c), médico que se formó en los ludus, cuya fama le llevaría a ser médico personal de Marco Aurelio quien escribió en “Hygienia” (latín “De sanitatis tuenda”, castellano “sobre la conservación de la salud”), por primera vez las diferentes formas de masaje: firme, suave y moderado, teniendo cada una de ellas distintas aplicaciones y beneficios.

En su ciudad natal, Pérgamo, desempeñó durante cuatro años el oficio de médico en ludus, con gladiadores. Realizaba las curas y distintas técnicas de mantenimiento que vigorizaran los cuerpos y los músculos de sus pacientes y así adquirían más agilidad para la lucha. Entre estas técnicas, como decimos, se encontraban los distintos masajes, referidos como fricciones tanto en sus escritos como en los de Hipócrates.

En las termas de Roma o Pompeya fue donde se conocieron los primeros masajistas profesionales de la historia occidental, hasta entonces conocidos como taclatores, personas encargadas de realizar dichas técnicas en las termas romanas.

Como resumen de este pequeño artículo, los gladiadores optaron por continuar con la forma de entrenamiento de los atletas griegos, y en el tercer día perteneciente a la tetrada, realizaban un descanso activo (ejercicio ligero) y recibían masajes con ungüentos para normalizar el tono muscular, recuperarse de las posibles lesiones sufridas y curar las heridas provocadas en los entrenamientos y/o combates. Otras dos partes importantes de sus rutinas diarias eran el descanso y la alimentación para asegurar una buena recuperación física.


Imagen de cabecera: Relieve del Templo de Asclepio en Epidauro. Médico aplicando un masaje a un paciente.

1FILÓSTRATO, Gimnástico, 47; GALENO,Trasíbulo o sobre si la salud depende de la medicina o de la gimnástica. Sobre el ejercicio con la pelotita. Sobre los placeres sexuales. Sobre el coma según Hipócrates. Sobre la diagnosis y curación de las afecciones del alma de cada uno. Sobre la diagnosis y curación de las faltas del alma de cada uno, introducciones, traducciones y notas de J.M. Nieto Ibáñez, Madrid, 2005.

2Hipócrates, sobre las articulaciones IX

3Hipócrates, sobre las articulaciones IX