Volvemos a sacar el polvo a la sección de reseñas, en esta ocasión para traeros un libro bastante alejado de lo que he traído hasta ahora, pero sin faltar a la esencia de este proyecto: la gladiatura. Hoy vamos a darle una vuelta el libro de Robert Hernando «Gladius», el primero de un trilogía.

Puede que el nombre parezca daros una pista, pero estoy seguro de que a medida que leáis la reseña, os iréis sorprendiendo. Yo, este libro lo conocí de «rebote» gracias a mi amigo Suria, al que aprovecho para mandar un gran abrazo. Me hablo de un libro «distinto» sobre gladiadores, una novela, que los traía de vuelta al mundo actual. Con esta escasa información, me hice con una copia, movido por la curiosidad.

 

Primera Impresión

Cuando me llegó a casa me llamó la atención la portada, por que en ella aparecían tres cascos de estilo hoplítico, aunque mas basados en la morfología de 300, la película, que algo histórico en si, y dos espadas cruzadas de fondo, cuya morfología, para el ojo acostumbrado, no correspondían a una gladius. Todo ello, rodeado por unas hojas de laurel, recordando al famoso símbolo de la cultura romana.

Mi cabeza se fue directa, tras ver esto al símbolo de la editorial. Círculo rojo. No la conocía (es una editorial especializada en autopublicación). Me fui a la contraportada, para leer la sinopsis, y esta terminaba con la frase «los que van a morir te saludan».

He de reconocer que me esperaba una novela histórica, y con todo lo previo, mi cabeza cortocircuitó. No obstante, y pese a esta primera impresión, le di una vuelta a mayores, y me di cuenta de que no era una novela histórica, y una vez comprendido esto he de deciros que la experiencia de su lectura, me sorprendió para bien.

Edición

Es una edición editada en A5 con tapa blanda. Una cosa que me ha gustado es que no trae sobrecubierta.

La portada, comentada en el apartado anterior, está impresa en colores pardos, y pese a lo dicho, estéticamente es muy resultona.

La harmonía que hay con los colores de la portada, como indiqué ya también, es sin duda buena. No es nada estridente, y llama la atención a la vista desde lejos. Bien jugado, planeta.

Son en total 328 páginas, una longitud más que decente.

La portada es algo endeble para mi gusto, sin embargo las páginas, pese a la apariencia (tienen un tono apagado que me recuerda al papel reciclado) son de buen gramaje y no trasparentan la letra de una cara a otra. No he detectado en la lectura erratas de imprenta.

Una edición cuidada, correcta.

Trama

Aquí es donde os traigo la novedad. No es una novela histórica, ni un ensayo divulgativo ni un texto académico. Es la historia de como un exboxeador, padre de familia, con problemas económicos, se ve avocado a plantearse luchar en peleas clandestinas para poder evitar el desahucio de si casa familiar (tranquilos, no es un spoiler, esto son, literalmente, las 5 primeras páginas).

Una novela que transcurre en el mundo actual, una situación que estamos cansados de escuchar en la tele, y muy cercana a la clase trabajadora. El caso es que a raíz de esta situación, Robert, el autor, nos va a contar como los gladiadores siguen existiendo en el mundo clandestino, donde multimillonarios de distintos países del mundo, entrenan a sus propios gladiadores en ludus privados, para hacerlos luchar en arenas secretas. Todo ello, como no, organizado por Marco de Luca, un idealista que sueña con que dos hombres pongan su vida en juego en una lucha de forma libre.

El resto dejo que lo leáis, pero no me digáis que la trama no os ha sorprendido como idea.

Prosa

Robert usa una prosa sencilla, directa, con un lenguaje, en ocasiones, muy vulgar, y en otras, refinado, para representar los contrastes sociales de los diferentes personajes. Dependiendo del capítulo en el que estemos, y el pasaje del mismo, salta de una a otra, lo que ayuda a ubicar perfectamente cada escena.


Valoración personal

Realmente ha sido una novela que, como os comenté, la primera impresión me dejaba un poco de lado, pero una vez empezada a leer, consiguió engancharme. Cuesta seguir las relaciones entre personajes al principio, pues hay muchos y salta de un lugar del mundo al otro, pero una vez leídos los primeros capítulos, no puedes parar de leer.

Lo que mas me ha gustado, personalmente, ha sido como Robert narra las diferentes motivaciones de cada uno de los implicados en las luchas de gladiadores, donde hay visiones muy loables y otras deleznables, pero todas confluyen y conviven en un mismo espacio y objetivo. Personalmente, el persona de Aitor, me ha conmovido en varios pasajes por las dicotomías a las que se tiene que enfrentar.

Sin duda, la recomiendo. Aunque tengo que avisaros de una cosa, es muy buena novela a nivel de trama y narración, pero los detalles históricos (nombres de los tipos de gladiadores) tomadlos como un elemento más de la trama, patinan un poco.