La semana pasada os traíamos una reseña de Gladius, una novela con transfondo gladiatorio ubicada en el presente, esta os traemos la entrevista de su autor, rescatando así tras más de un año sin una, la sección. Al lío:
-¿Cómo fue que te fijaste en la gladiatura para la novela?
Porque siempre ha sido un mundo que me ha cautivado, no únicamente la gladiatura y los gladiadores, la época del Imperio Romano en general me fascina. Además, de joven he practicado deportes de contacto y me apasionan, sobre todo el boxeo, yo percibo el arte de la gladiatura como un deporte más de contacto en otros tiempos. Posiblemente el mejor que se ha inventado jamás, pero en otra época y mucho más salvaje.
-Gladius ha sido tu primera obra ¿Cómo surgió la idea de la novela?
Surgió de repente, la semana anterior había estado en Roma y, por supuesto, visité el Coliseo, y unos días más tarde yendo a trabajar una mañana temprano parado en una caravana para entrar a Barcelona me fijé detenidamente en un desguace de coches por el que pasaba casi cada día, entonces recordé que un amigo me había hablado de unas peleas clandestinas que se celebraban en una chatarrería de Barcelona donde la gente apostaba dinero y, no sé cómo, pero me vino a la cabeza que en mezclar la gladiatura con ese mundo podría ser una buena historia.
-¿Por qué sobre gladiadores?
Porque son fascinantes en todo su universo, cuando te adentras y empiezas a conocer un poco sobre el arte de gladiatura: las ludus, los lanistas, las distintas disciplinas, como se dejaban el sudor y la sangre en la arena por lograr su libertad, o por sobrevivir, o simplemente por mera vocación, por buscar fama y el reconocimiento del pueblo, etc. Todo lo que les envuelve hechiza, cuando decidí escribir Gladius me empapé de ver videos, leer libros y visitar blogs como el tuyo y cada momento que pasaba, mientras más en te adentras en ese submundo más te cautiva. Hace unos años estuve en Túnez y visité el anfiteatro de El Djem, ahí ya me empezó a picar con más potencia el gusanillo y la comentada visita al Coliseo fue como una puntilla que se me clavó con firmeza.
-¿Cómo fue el proceso de trasladar un espectáculo de la antigüedad al mundo moderno?¿Qué dificultades te encontraste?
La máxima dificultad era encontrar un nudo que lo hiciese creíble y, por fortuna, lo encontré en el lazo que me proporcionó la figura de los lanistas que se asemejan bastante los que describo en la novela con los de la vieja y eterna Roma, pero con otra forma de esclavitud. Aunque como en Gladius, no todos los gladiadores peleaban por obligación, algunos muy destacados lo hicieron por devoción.
– ¿Cuál es tu opinión sobre el estado actual de la divulgación en nuestro país? ¿Te ha sido fácil encontrar información de calidad para el contexto gladiatorio de tu novela?
Hay bastante información en la red y en las bibliotecas, no obstante, muchas veces es contradictoria en cuanto a nomenclaturas y demás, por ese motivo blogs como el tuyo y el trabajo que hacéis los que os tomáis muy en serio la divulgación de la gladiatura es mucho más que importante. Escribir no una, sino dos novelas del tema no es fácil y es vital estar bien ilustrado o al menos intentarlo para darle la mayor veracidad posible a los pasajes de los enfrentamientos. Por otra parte, vuestras recreaciones son dignas de ver para aprender un poco más, todo suma. Eso sí, creo que los encargados de invertir en dinero público en cultura deberían darle bastante más escaparate a este tipo de eventos, sobre todo, en los enclaves y localidades con amplia ascendencia romana que no son pocas en la península ibérica.
–¿De dónde salió la idea de Aitor? ¿En qué o quién está inspirado?
No está inspirado en nadie en concreto y en muchas personas al mismo tiempo, al fin y al cabo, es el prototipo de hombre del pueblo llano que ha tenido o tiene actualmente problemas económicos por culpa de la devastadora subida de los intereses en las hipotecas, los salarios bajos y la inflación. Aitor es un trabajador que tiene a su cargo una familia y hará todo lo que sea necesario para que no sufran las consecuencias de la crisis.
-Sé que a nivel personal llevas contigo una lucha grandiosa ¿en qué medida ha influido esto en la novela?
En la primera parte nada, porque todavía no me habían diagnosticado la enfermedad contra la que estoy luchando que es un cáncer hematológico denominado Mieloma Múltiple y que está considerado como incurable, sin embargo, en Gladius II justo cuando estaba con los últimos capítulos fue cuando me enteré de ello, a partir de ese momento no únicamente Gladius II, también mi tercera novela Grial Montserrat, estuvieron en algo influidas por esa traumática experiencia, como todo en la vida, puesto que te cambia tu visión vital por completo por más que intentes que no sea así. Para descargar toda esa presión, escribí en paralelo mi libro “El cáncer partido a partido, firmando el empate” sobre mi experiencia con la enfermedad. Ahora, estoy inmerso en terminar la trilogía de Gladius y en esta última entrega que espero que esté lista a principios del año que viene también hay varios pasajes que tienen que ver con el cáncer.
– ¿Que es para ti un gladiador, que representa esa figura?
En general representa lucha, coraje, fuerza, también honor y, por encima de todo, instinto de supervivencia. Igualmente, al mismo tiempo puede personificarse todo lo contrario: pesadumbre, amargura, dolor y congojo. Este es uno de los motivos por lo que resulta tan fascinador, en luchadores distintos con las mismas armas el resultado puede ser muy diferente, estando en la misma situación o muy parecida puedes pasar de la grandeza a la decadencia más absoluta, tanto que en algunos casos lo pagas con lo más preciado que tenemos que es la vida.
– ¿Crees plausible que tu novela tenga algo de cierto, que existan este tipo de combates hoy en día?
Gladius es una novela de ficción, pero no tiene absolutamente nada de ciencia ficción, todo lo que sucede en el devenir de la historia podría darse en nuestro tiempo, en nuestra sociedad y sabemos que hay personas sin ningún tipo de escrúpulo y capaz de pagar cantidades ingentes por saciar sus ansias de vivir experiencias fuera de lo políticamente correcto y establecido por el sistema. Humildemente creo que esta particularidad es uno de los motivos por los que las novelas han tenido tan buen recibimiento y el boca a boca ha provocado que funcionase tan bien.
– ¿Qué nos dirías sobre la segunda parte, para crear expectación en el lector?
Gladius II es la continuación del relato de la primera parte, pero, más detallada y ordenada, con pasajes más potentes e impactantes dando mucho protagonismo y profundidad a los fragmentos de las luchas en la arena no dejando ningún detalle al azar, con una construcción esmerada que permite transportar al lector a la mismísima arena y sumergirse en las contiendas sin angosturas ni recovecos con la finalidad de que pueda sentir los golpes a través de su mente en su propio escudo de gladiador imaginario. En cuanto a Gladius III, por el momento estoy tremendamente satisfecho con lo que llevo escrito hasta ahora y el final que merece la trilogía lo tengo ya muy interiorizado con lo cual espero y deseo que tenga el mismo recibimiento que sus novelas predecesoras.
Muchas gracias por tu tiempo y tu compañía en esta entrevista Robert, y fuerza con tu lucha, pues como me gusta decir, todos podemos ser gladiadores en nuestro día a día.