Este fin de semana hemos estado en Sasamón, recordando su pasado romano como Segisama Julia. Es el segundo año que vamos y ciertamente le estamos cogiendo un cariño muy especial a este pequeño pueblo de apenas 1000 habitantes. No quiero desmerecer con esto a ningún otro sitio, pero el público de esta localidad es especialmente cálido. Al final, cuanto más pequeño el lugar, ya no solo para temas de recreación, más sentimiento de familiaridad se crea, como si cuantos más habitantes tuviera un lugar, más nos desconectáramos de nuestro ser gregario y ese sentimiento de comunidad y cercanía.
Pero bueno, centrándonos en lo que nos toca, vengo a narraros nuestro paso por este evento. En esta ocasión, y por diferentes coincidencias con esta fecha, solo teníamos el sábado libre, así que hemos participado con una sola actividad a las 7 de la tarde. La llegada fue escalonada, ya que aunque la «base» de Lucius está en Galicia, tenemos miembros repartidos por diversos puntos de la geografía nacional (en este caso nos movimos desde Lugo, Madrid, Pamplona y Logroño), pero en el espacio de una hora desde la llegada del primero, estábamos todos allí.
Tras hablar con la organización pequeños detalles de última hora, fuimos a revisar el lugar de actuación, el anfiteatro que montaron como parte del atrezzo del evento. El año pasado ya habían montado uno que, ciertamente nos había gustado pero, este año lo mejoraron, usando los mismos materiales, algo más de arena y una distribución distinta, casi como si nos hubieran leído la mente, pues se adaptó a la perfección a las nuevas incorporaciones de nuestro espectáculo divulgativo.
Como ben sabéis los que me leéis asiduamente, este año estamos centrando nuestras actuaciones esencialmente en el tema entrenamiento, y en Sasamón lo hemos vuelto a replicar. El espectáculo ha sido el mismo que en Soria, la explicación teatralizada de lo que era un entrenamiento siguiendo los principios de la tetrada, una muestra de como entrenamos en la actualidad y un par de combates.
Por suerte Lucius está creciendo en cantidad (aunque a rimo lento, el que demanda la calidad de los aspirantes), y aunque ya hemos hecho este show en varias ocasiones, solo dos miembros lo realizado en todas esas ocasiones, un tercero lo hacía por segunda vez y al resto les pillaba de nuevo. No es que no lo entrenasen nunca, puesto que el espectáculo, como digo, es un entrenamiento, tal y como lo hacemos hoy nosotros, explicando a través de un speaker las bases históricas de este. Podemos decir que cerramos así un círculo en el que todos los miembros de Lucius a día de hoy, han practicado y llevado a cabo esta línea divulgativa.
Fuera de lo que es el entrenamiento, como he mentado, hicimos un par de combates, la esencia final de nuestro proyecto, y la manera a través de la cual conectamos con las emociones del público, para despertarlas, para revivirlas. A lo largo de este año me he emocionado varias veces con estas demostraciones, quien nos conoce o ha hablado con nosotros de nuestra filosofía, seguramente entenderá el porqué. En estas líneas, sin desmerecer a ninguno de los gladiadores de Lucius, pues todos ellos saben que no llamo gladiador a nadie a la ligera, quiero dejar una pequeña dedicatoria para uno de ellos Barbaricus, que en este evento ha sido muestra del camino del héroe, superando las dificultades una a una, y alzándose triunfador, pese a haber perdido ambos combates, por que como nos gusta decir, no es una cuestión de vencer, si no de levantarse una vez más de las que se cae.
Nos queda un evento para cerrar la temporada 2023, que tendrá lugar el día 16 de este mismo mes pero, a nivel interno, Segisama Julia ha puesto un listón difícil de superar.
Ad maiora!