Esta entrada llega un poco mas tarde de lo debido, pero llega. El pasado fin de semana, el día 26 para ser más exactos, participamos por primera vez en la Vulcanalia de Soria, organizada por la asociación Tierra Quemada. He de decir que ha sido un evento un poco distinto a lo que estamos acostumbrados, pero desde luego, ha resultado satisfactorio.

Para empezar, las actividades propiamente recreadoras son durante un solo día, el sábado. Estoy costumbrado a que nos pidan ir el viernes, sábado y domingo, lo cual a veces dificulta mucho la tarea por dos motivos. La primera es que, pese a tener un abanico amplio de actividades, donde no todas son lucha, es lo que nos piden siempre, y esa lucha, tal y como la tenemos nosotros tiene una serie de exigencias y consecuencias que pueden limitar esta actividad a un solo pase (las lesiones ocurren, como de hecho, ocurrieron este fin de semana, y te imposibilitan hacer un segundo pase). La segunda es que si el evento coincide lejos (como suele ocurrir al vivir en una esquina de la península), el desplazamiento nos come un día casi entre ir y volver. En ese sentido, fue una sorpresa agradable, ya que llegamos el viernes con la calma, desarrollamos nuestra actividad durante el sábado, y nos dio tiempo a hacer algo de turismo el domingo por la mañana.

El segundo elemento agradable para mi, fue el reparto de actividades. Solo teníamos una actividad breve por la mañana y la actividad principal por la tarde, con un espacio perfectamente limitado y acondicionado a las tareas que se nos pidieron. Esto no es algo exclusivo de la Vulcanalia, pero no ocurre en todos los lados y creo que debe mencionarse y agradecerse cuando es así. No es la primera vez que nos vemos abrumados por la cantidad de actividades que se proponen para un evento, con 2-3 actividades de mañana y otras tantas por la tarde. Nosotros es una línea roja que tenemos trazada en el proyecto, no más de dos actividades por día, pero no deja de ser algo bastante demandado.

Y por último quiero destacar también la buena organización general con el alojamiento y las comidas, que es algo que últimamente (si me seguís de un tiempo, sabréis de que va el tema) brilla por su ausencia. Desde la primera llamada nos prometieron una cosa muy concreta, y cumplieron con ella. Cierto es que hubo una de las comidas que la gestión del horario se complicó, pero todos podemos tener un error en cualquier momento, y de sabios es reconocerlo. Chapó por ellos.

Otra cosa que me gustó bastante, fue que ellos mismos solicitaron críticas al evento para poder mejorar de cara al año que viene (aunque yo ya tengo costumbre de comunicar los aciertos y errores de cada evento, desde mi punto de vista, pues creo en que la crítica constructiva siempre es necesaria). Obviamente es pronto para valorar el uso de estas críticas, pero soy conocedor de que el año pasado fue muy criticada una actividad en concreto, y de cara a este año, fue cambiada. Y eso, para mi, ya dice algo.

De la charla con algunos de los miembros de la asociación, sobre el recorrido de la fiesta, también me ha gustado la deriva que creo entender, desde elementos con más fantasía, hacia el evento más riguroso al que quieren apuntar. Desde luego los campamentos y actividades de este año dan fe de esta intención.

En cuanto al trabajo propio de Lucius allí, he salido contento. Hemos tenido tiempo de campamento, en el cual hemos estado enseñando al público que ha pasado por la zona el material que empleamos y resuelto sus dudas y curiosidades al respecto, sin prisas y sin horarios. Mientras unos explicábamos, otros aprovecharon para entrenar, y es que el camino del novato voluntarioso es así, se aprovecha cualquier momento para mejorar habilidades. No solo eso, si no que a raíz de estos entrenamientos hemos sacado alguna idea y ejercicio nuevo de cara al desarrollo de nuestros recién llegados.

La actividad principal ha sido, de nuevo, el entrenamiento gladiatorio, desde la antigüedad hasta como lo hacemos hoy día, en Lucius, a través de las hipótesis que hemos ido sacando de nuestra investigación y nuestro trabajo. Cada evento que pasa, perfilamos un poco más esta parte de nuestra divulgación y creo que con los eventos que nos quedan este año, podremos terminar de plantearlo como actividad completa para el año que viene. Sin duda está siendo un éxito en cuanto acogida, y personalmente, me parece una manera muy buena de aunar la divulgación desde el punto de vista más académico y juntarlo con la práctica de la lucha, ofreciéndolo como espectáculo didáctico que emociona, educa y divierte.