Un año más, hemos acudido a la Cita coa Historia de As Pontes, en su novena edición. Esta es la única cita gallega, (a parte del Arde Lucus, que se celebra en mi ciudad natal) a la que acudimos en toda la temporada, recalcando ya aquello que dije hace un año de que nadie es profeta en su tierra. Os narraba hace un año como estábamos matizando el espectáculo del entrenamiento, que ofrecimos durante un año y que tan buen resultado nos dio, y que expusimos en su versión depurada este año 2024.

Hace un año solo habíamos podido acudir una jornada, pero este año estuvimos todo el fin de semana, con 4 actividades en total, 2 de mañana y 2 de tarde. Estructuramos el evento realizando una actividad más divulgativa/teatralizada por las mañanas, y haciendo luchas por la tarde. Sábado por la mañana explicamos a los allí presentes como sería un día en la vida de un gladiador, hablando sobre como se podían convertir en uno, la alimentación que llevaban, pinceladas de su entrenamiento, el proceso de selección de tipología…etc. Por la tarde, ofrecimos una pequeña lucha técnica, donde el público podía ver a una pareja de gladiadores luchar, mientras un narrador comentaba particularidades tanto del equipo que llevaban como de las técnicas empleadas en la lucha.

 

Esta lucha técnica fue llevada a cabo por los dos tirones que tenemos ahora mismo en el grupo (novatos), y que poco a poco se han ganado el derecho a demostrar lo que han aprendido en estos años con nosotros, para poner a prueba no su técnica, si no el recorrido mental que buscamos como desarrollo de esta disciplina. Es algo que nos tomamos muy en serio, no todo el mundo vale, ni todo el mundo entiende lo que hacemos pero, para nosotros, esto es un requisito indispensable. Aunque aun queda trabajo por hacer, sin duda empieza a notarse que el punto mental que todo candidato debe tener, empieza (y digo empieza) a aflorar, cosa que a los veteranos nos ha hecho irnos con una buena sensación de As Pontes, que sumado a lo que a continuación os narraré, ha convertido este evento en un momento ciertamente único.

Domingo cambió un poco, siendo la actividad de la mañana centrada en replicar como habría podido ser un entrenamiento de un gladiador siguiendo los principios de la tetrada griega. Este año teníamos, a mayores, réplicas de material empleado para entrenar, como pueden ser las pesas expuestas en el Museo Arqueológico de Estambul. Por la tarde llevamos a cabo un combate ritual, que ha sido la temática central de todos los actos de este año. En esta ocasión ciertamente especial, por estar dedicado a los padres de tres personas queridas para nosotros, que fallecieron en el presente mes.

Al final, aunque pueda haber quien lo perciba como espectáculo, no es tal cosa, si no un rito real. Para nosotros este tipo de combate en particular, tiene una significación plena, pues lo hacemos, realmente, como una ofrenda al legado de esas personas que se van. Si sois frecuentes del blog, seguramente ya lo habéis leído en alguna ocasión, pero la gladiatura proviene de una tipología de combates fúnebres en los que, resumiendo, se luchaba para verter sangre en honor y favor del muerto, pues el derramar este líquido sagrado ayudaba a las almas a librarse de las leyes de la muerte y alcanzar lo divino (literalmente, según palabras de Arnobio). Hoy en día, nosotros ofrecemos nuestro sufrimiento (a veces incluso, como ha sido este fin de semana, también nuestra sangre), como honra al legado de estas personas y apoyo a los familiares que aquí quedan. Un ritual que busca conectar en lo emocional con el público, más que divulgar en si.

Ha sido ciertamente especial este último duelo ritual, como os he comentado, y lo hemos hecho en nuestra tierra y muy bien acogidos por quien ha tenido a bien llevarlos a su ciudad natal por segundo año, y esperamos que por muchos más. Comentaré aquí un hecho ciertamente irónico y es que, la mayor parte de la gente que me conoce por esta faceta mía, suele recordarme como retiario, pero en este lugar, siempre he endosado el casco de secutor.

Para terminar, dejaros la anécdota de que un muy buen relevo generacional aparece en esta ciudad de As Pontes, pues un grupo bastante amplio de niños yniñas han acudido a ver las diferentes actividades del fin de semana, y una parte importante de ellos se mostraban entusiastas con luchar de gladiadores. Quizá en un futuro, As Pontes pueda ser una buena cantera para Lucius.