Hoy, 17 de septiembre,  ha terminado la VIII edición de la fiesta Cita coa Historia, de As Pontes, y con ella, nuestra temporada de eventos de 2023 (salvo que surja algo imprevisto). Una temporada que sin duda ha sido de las mejores que ha tenido este proyecto desde su fundación. Queda ahora otro tipo de trabajo hasta final de año, pero eso es carne de otra entrada. Hoy os hablaré de como nos ha ido este fin de semana.

Quitando el Arde Lucus, en el cual aún no hemos participado nunca oficialmente como Lucius (algunos miembros han participado bajo el ala y nombre de otro grupo), este ha sido el primer evento que hemos tenido en Galicia, tierra patria de la gran mayoría de gladiadores del proyecto y sede administrativa del mismo. Suele decirse que nadie es profeta en su tierra y, al menos en nuestro caso, parece corroborarse.

El que escribe, Javi, personalmente, había participado en sus primeras ediciones, hace años, pero no había vuelto. Me alegró ver que había ido a más, y recordar los lugares donde había pasado momentos agradables en el pasado. También volví a experimentar esa grata sensación de que el viaje hasta el lugar del evento no se como la mitad del tiempo que uno tiene para la recreación, ya que en muchos casos, el viernes y el domingo se emplean en el viaje de ida y de vuelta, y solo queda el sábado para disfrutar. En este caso, solo ha sido una hora de desplazamientos, y se agradece mucho.

Como venís leyendo en los últimos post, estamos poniendo a prueba un espectáculo que queremos tener muy depurado para 2024, la explicación de la tetrada griega en los ludus romanos (hipótesis del grupo), y como ideador de la misma, me ha congratulado ver como los diferentes integrantes del grupo la tienen ya perfectamente asimilada, y que pese a irles cambiando los roles (dentro de la misma escenificación) en los diferentes eventos, se desenvuelven bien en todos ellos. A mi también me ha servido, tanto este evento como los anteriores, para ir corrigiendo pequeños detalles y poder ver desde fuera como todo encaja (o no, y poder cambiarlo).

También en este último evento, hemos dado un poco más de manga ancha a los novatos, a los cuales no dejamos participar de la parte ritual de nuestra gladiatura, y así poder hasta que punto están o no listos para entrar a formar parte de esta familia. Ha sido, sin duda, un fin de semana especial en este sentido.

No quiero dejar de mencionar al público de As Pontes que, sin duda, quedó cautivado por la esencia ritual de nuestra divulgación y el ofrecimiento que planteamos al luchar: el ofrecimiento de nuestro sufrimiento. Reflejo de ello, está la foto de cabeza de este artículo.

Y como colofón final a esta temporada, lo último que he hecho ha sido combatir en duelo ritual con quien es mi hermano en la arena, y no solo en ella, si no fuera también, desde hace tantos años: Adrián. Cierto es que todos los que llegan al rango de gladiador en Lucius comparten algo muy especial, y que, de una manera u otra une mucho, no solo por la calidad de lo que ello supone, si no por la escasez, pero con Adrián comparto siempre un paso más en este sentido, y siempre es emotivo luchar con él (que no contra él).

Puede que a ti, lector, este último párrafo te pueda tener un tinte presuntuoso, pero nada más lejos, y el que ha pasado por la fase ritual, lo conoce. Es simplemente, algo distinto. No mejor, ni peor, pero sin duda único, irrepetible e intransferible.

Y esta es la sensación con la que despedimos esta temporada de 2023. 2024 más. Ad Maiora.