Por muy neófito que sea alguien, es probable que haya escuchado hablar sobre el mercado que hay alrededor de la gladiatura, ya sea en un nivel más asemejado a la actualidad, y con ello me refiero al “merchandising” de la época; o sea en un nivel que nos pueda parecer más difícil de entender desde una visión moderna, refiriéndome con ello al mercado de “partes” de gladiador, como la sangre o ciertos órganos.

Con el artículo de hoy, pretendo mostrar la base arqueológica y documental que hay respecto a estas afirmaciones y plantearlas desde las hipótesis que he ido recogiendo a lo largo del tiempo, para que puedan discernir lo que escasamente conocemos de lo que puedan escuchar o leer en diversos lugares.

Empezaremos con el más común de estos mercados: el merchandasing. ¿a qué me refiero con esto? Obviamente, no se vendían camisetas ni fotos firmadas por tu gladiador favorito, no me refiero al merchandising en este sentido, si no en el sentido de venta de productos relacionados directamente con los gladiadores, por ejemplo, las lucernas.

Las lucernas son lámparas de aceite en cuya superficie se dibujaban diversos motivos. Uno bastante extenso son los gladiadores. No sabría deciros cuantas hay catalogadas a lo largo del mundo, pero es bastante común que en cualquier museo dedicado a la antigüedad clásica tengan alguna. H.Dejean¹ publicó en su día una obra específica tratando estas lucernas en las que recoge algo más de un centenar de ejemplares de toda Europa. Es curioso encontrarse lucernas como la de Spiculus², encontrada en la actual Coimbra, cuando el gladiador luchaba en la zona del Lacio. Esto da que pensar en lo importante que debía ser, y lo que se movían estos productos de merchandising.

Pero no solo lucernas era lo que se producía a modo de recuerdos o elementos decorativos en lo relativo a gladiadores, también tenemos diferentes tipos de estatuillas³ e incluso sonajeros⁴. Vasos como el de colchester⁵, o el del propio Spiculus⁶.

Sin duda podemos decir que los gladiadores eran muy populares en su época, pues como todos sabemos, existen multitud de mosaicos y frescos sobre ellos, relieves y grafitis, pero el hecho de que hubiese en semejante abundancia todo este merchandising es también indicador de esta popularidad, pese a ser ifames.

Pero como este artículo va sobre el mercado alrededor del gladiador, y os prometí algo mas “chocante” con la visión moderna al principio del mismo, vamos al lío: el mercado de sangre y órganos de gladiador. Si, como escucháis.

A la sangre de gladiador se le asociaban diversas propiedades, que iban desde el aumento de la virilidad, atracción de la fortuna e incluso como cura de enfermedades como la epilepsia. Veamos de donde sacamos estas afirmaciones.

Ya hemos visto en un artículo anterior que al gladiador muerto se le llevaba a una sala llamada spoliarium, donde se le despojaba no solo de su equipo, para devolvérselo al ludus, si no de su sangre y puede que alguno de sus órganos⁷ .

Respecto a que la gente se bebía la sangre de gladiador pensando que tenía propiedades bien curativas o bien potenciadoras de la virilidad queda recogido en diversas fuentes⁸, esto hipotetizamos con que era así debido a las cualidades representadas en el gladiador, de fuerza, coraje y virilidad.

Pero no solo la sangre, Escribonio Largo⁹ nos cuenta que había quien se tomaba el hígado del gladiador, en porciones, en un total de 9 ingestas para reponerse de la epilepsia, si bien especifica dos cosas curiosas: la primera es que no esto quedaba fuera del campo médico, y la segunda, que era efectivo.

Relativo a la sangre también se nos cuenta que los objetos mojados en sangre de un gladiador que había muerto, traían fortuna en diversas maneras. Por lo visto, usar una pica para separar el pelo de una novia antes de su boda, auguraba una buena vida matrimonial (sobretodo fertilidad) si esta estaba untada en sangre de gladiador¹⁰. De hecho incluso Claudio, el emperador, procuraba hacerse de este tipo de objetos a modo de talismanes de la suerte¹¹.

Como veis, alrededor de la figura del gladiador (tanto muerto como vivo) hay un gran comercio.