Aunque os tengo más acostumbrados a publicaciones de eventos relativamente periódicas en estas fechas, llevo ya unos cuantos fines de semana sin escribir nada. En gran parte es por nuestro nuevo «hijo», paralelo a Lucius Spiculus, y del que os hablaré de forma extendida antes de que finalice el año: Agón, el proyecto sobre el deporte y la cultura del deporte en la antigüedad. Le hemos dedicado bastante tiempo, energías, y recursos a ello y obviamente, al ser las mismas personas, si estamos en un lado, no estamos en el otro.

Pero vayamos al grano: la gladiatura en Bergidum flavium 2024 (Cacabelos). Este es un evento que quizá muchos de los seguidores de la página no cataloguen como de recreación, y en el fondo pueden acertar, ya que tiene más de fiesta que de recreación, pero como alguien que asiste desde su fundación, hace 15 años, os puedo asegurar que pese a ser eminentemente festeros, poco a poco, cada año dan un pasito más hacia la recreación al igual que nosotros, al mismo tiempo, hemos evolucionado muchísimo desde la primera vez que fuimos haciendo un espectáculo «histórico» (el proyecto Lucius Spiculus no era ni una idea tan siquiera en aquel entonces) , en el que usábamos incluso palos de madera como arma, y nuestra vestimenta no era ni de cerca acertada, hasta lo que hacemos hoy día, replicando el material en base a las fuentes arqueológicas, y nuestra lucha en base al entrenamiento y la investigación.

No obstante, no es la fiesta, ni la recreación que va asomando por este evento lo que nos ha hecho no fallar en 15 años, si no la calidad humana de sus organizadores. Sin querer despreciar a ningún otro evento, ya que allá donde vamos y repetimos, es por que nos sentimos bien tratados, lo de Cacabelos se sale de la media. Ya en el primer año, Gonzalo, una de las figuras esenciales de ese evento, me acogió en su casa sin conocerme, por que no tenía hotel para aquel día, Chema, que estuvo pendiente de mi para que no perdiera detalle de todo lo que la villa podía ofrecer, o Pepe, que me traía sus licores caseros para que digiriese bien la comida, Nieves, que estaba pendiente de que no pasara hambre…y tantos otros que debería mencionar debido al cariño ilimitado que me han mmostrado, pero que no haré (espero sepáis perdonarme) para no ocupar todo el artículo con ello. Este grupo de personas, en resumen, medio pueblo, que siempre han hecho que Cacabelos sea para mi y los míos una segunda casa. Y aunque yo sienta este trato como especial, por que lo es, no dejan a ningún visitante sin muestra de su afecto.

Por ello, entre otras cosas, hemos elegido este lugar, como punto en el que estrenar nuestros espectáculos y mostrar en primicia nuestras investigaciones del año. Este, el 2024, es un año que dedicamos a la espiritualidad del combate, a su componente más ritual. Es por ello que en Cacabelos este año solo hemos hecho un combate, pero más largo de lo habitual, con elementos de fondo muy mimados y cuidados, y que iremos mejorando a lo largo del año para perfilar detalles.

Este año es un período donde tocamos más lo emocional, donde aterrizamos el concepto de ofrenda y donde buscamos con especial énfasis ese punto de nuestro sello de calidad, que es conectar con el público, con sus emociones, y hacerlos no solo ver, si no también sentir el combate.

En este sentido, también hemos preparado una conferencia que repasa a nivel histórico todo el recorrido de los duelos dentro del mundo funerario, enlazándolo con nuestra teoría del combate gladiatorio actual y su vínculo con los antepasados y la espiritualidad, teniendo la base histórica previa. Sin duda un tema al que le hemos dedicado mucho tiempo y que, por lo vivido en Cacabelos, consigue su propósito, conectar emocionalmente con el público y lograr, al menos en una medida considerable, la catarsis.

Un detalle al respecto, fue las palabras que Jesus Paton nos dedicó al final del mismo, y el pequeño rito de hospitalidad que surgió a raíz de lo que compartimos. No os diré lo que en concreto, por que eso quedará entre Jesús y nosotros, pero si que un vínculo se estableció a través de nuestras ofrendas. No fue el único, y los hubo muy potentes, y que, de seguir así, quizás merezcan un artículo al final de temporada.

Sin más, un saludo a todos!