Muchas han sido las veces que nos han contactado miembros de A Castronela (asociación que organiza el Friulio) para contar con nosotros en su evento. Miles han sido los azares que hasta este año nos lo han impedido, fuera por número de personas disponibles (y aún así, seguían invitándonos a título personal a comer, gente maja donde las haya). De hecho, este año teníamos un evento internacional en esas fechas, pero que se ha postpuesto, y nos ha permitido poder asistir, por primera vez.
He de decir que me llevé una grata sorpresa, pues solo había acudido, y como «turista», a la primera y segunda edición. Mucho han mejorado desde entonces. Sorprende la construcción de un castro, con materiales reales (nada de porexpán ni maquetados modernos, no,no, piedra, madera y paja real), que aunque poco tiempo pude disfrutarlo, hace las delicias de cualquiera.
Mucha gente conocida nos encontramos, compartimos momentos y charlas, hicimos nuevas amistades y nuevos contactos de los que os hablaré brevemente. De uno en concreto: Carlos, de Morituri. Morituri es un wargame (juego de mesa con miniaturas y por turnos) sobre gladiadores, algo que llevamos tiempo buscando desde aquel proyecto de «gladiatoris» de 2014 que puede que a alguno le suene. He visto algún diseño extranjero, pero nunca uno patrio ver la luz finalmente, y por eso, conocer a Carlos (que nos contactó por la web, y con el que por fin coincidimos en este Friulio), fue tan gratificante. Pasamos un rato en el puesto de juegos de mesa romanos de Gallaecia Viva, donde nos reencontramos también con el siempre genial Fernando Lillo, probando Morituri. La verdad es que por compromisos que teníamos con el evento, no pudimos estar más que apenas una hora, pero sin duda nos quedaron ganas de más. De momento os dejamos una foto del momento en el que Carlos nos compartía su creación, y dejamos la chicha para na publicación exclusiva más adelante (PD: traeremos también una demostración a Lugo, ya está hablado con Carlos, con lo que si a alguno le interesa, que me mande privado y lo mantengo al tanto).

Volviendo a nuestra contribución y experiencia en la fiesta….os contaré que el fantasma de la lluvia que nos acompañó durante todos los eventos (salvo Mérida) del año pasado, estuvo rondando en este también, pero decidió respetar nuestros espacios. Nuestra participación en esta edición del Friulio fue breve, pero diría que intensa. A las 18.00 ofrecimos un pequeño show didáctico sobre el entrenamiento gladiatorio, actividad muy manida ya en nuestro repertorio, pero primera vez representada tan cerca de casa. La cantidad de público fue sin duda sorprendente, aunque el mérito principal de esto, era que lo hacíamos en el mismo lugar que tendría lugar, media hora más tarde, la representación de la batalla entre romanos y castreños.
Nuestra participación terminaría con una lucha deportiva, para demostrar nuestra forma de combatir y los elementos técnicos de dos tipos de armatura, el tracio y el murmillo, los más conocidos, para seguir con un combate ritual para hacer entender al público el origen y significado de este tipo de duelos. Personalmente creo que fue de las veces que este concepto más impactó al público, quizá por ser totalmente ajenos a este tipo de luchas, y vivirla en directo por primera vez. Sea como fuere, la experiencia fue muy grata para nosotros, y esperamos que el año que viene podamos repetir, si las fechas nos lo permiten, de un modo más estructurado (por nuestra parte) que este año.
