A pesar de su condición de infames, lo cierto es que los gladiadores levantaban admiración y deseo también, como ya explicábamos en este artículo que versaba sobre la fama de estos luchadores. Obviamente, una de las ramas de esta admiración y deseo, era el más físico y carnal, que llevaba a muchas mujeres a desear yacer con ellos. Pruebas de esto nos las encontramos en los muros de Pompeya, donde se acumulan las inscripciones sobre ellos1 como por ejemplo la dedicada a un tracio de nombre Celadus como “el suspiro de todas las chicas” “y “la gloria de todas las chicas”.
Más allá de estas inscripciones, fruto del pensamiento popular, también tenemos referencias en autores clásicos respecto a estos aires de amor hacia la figura de los gladiadores. Así por ejemplo, Juvenal2 nos habla de una esposa que abandona a su marido (del ordo senatorial, ni mas ni menos) cautivada por un gladiador. Tertuliano3 también nos dice que mientras los hombres romanos entregan su mente al espectáculo de los gladiadores las mujeres “entregan también los cuerpos”. Incluso en la Historia Augusta4 se nos insinúa que Cómodo podría haber sido fruto de la unión de la emperatriz con un gladiador.
Está sobradamente probado a día de hoy, que no todos los gladiadores eran esclavos, si no que también podrían ser criminales condenados o incluso voluntarios5. Sea como fuere, esta pasión de la que hablamos en el párrafo anterior…¿sería suficiente para querer llegar a formar una familia con uno de ellos aún siendo infame? Esta es la pregunta a la que pretendemos dar respuesta en el presente artículo.
Legalmente, el derecho romano recoge expresamente la prohibición para hijas, nietas y biznietas de la clase senatorial de casarse con libertos o infames, así como la misma prohibición para varones6, ya que se consideraban, como poco, uniones deshonestas. No obstante, esto era solo para el ordo senatorial, no para el resto, es decir, centrándonos en el caso que nos ocupa, no habría, según el derecho romano, posibilidad a que alguien de ordo senatorial se casase con un gladiador…pero si podría hacerlo alguien que fuese liberto, por ejemplo, y crear una familia. Suetonio7, nos cuenta una vez que Claudio concedió la rudis a un essedario, a petición de los 4 hijos de este, lo cual es una prueba de que sí podían tener familia. Plinio el viejo8 también nos da testimonio del hijo de un gladiador que lucha en el bando Pompeyano. Plutarco9 incluso deja registrado como algunos gladiadores, antes del combate, como precaución, dejaban el cuidado de su mujer e hijos a compañeros de profesión. Llegados a este punto, parece claro que los gladiadores si podían tener familia.
La epigrafía nos deja claro que estas uniones solían ser entre esclavos y libertos en cualquiera de sus combinaciones, y que en ocasiones vivían todos en el ludus, y en otras la familia tenía su residencia fuera de este y era el gladiador (un auctorati, voluntario) el que se desplazaba a entrenar al ludus. Ya fueran amantes, concubinas o esposas, la epigrafía nos deja buen testimonio de estas uniones, ya que no son pocas las inscripciones que un hijo o una mujer dedican a su marido y padre10 gladiador, o incluso el gladiador el que dedica un epitafio a su mujer11 o hijo. Es curioso que a veces incluso detallaban el tiempo que había durado la unión12.
No deja de resultar curioso también las nomenclaturas empleadas para referirse a la mujer del gladiador. Un estudio13 llevado a cabo por Francisco Cidoncha14, en el que tiene en cuenta los epitafios dedicados por familiares a gladiadores en los III primeros siglos después de cristo en las provincias occidentales del imperio, que reflejan el uso de los siguientes términos: coniux (24), uxor (8), vir (3), contubernalis (2) y maritus (1), si bien no podemos obviar el hecho de que muchas lápidas mencionan que una mujer levanta el monumento en favor del gladiador, sin especificar el tipo de relación que tenían.
Según las conclusiones del estudio, los dos primeros nombres harían referencia a matrimonios legales, mientras que el resto, que se usan en menor medida, quizá hacen referencia mas bien a una “compañera” de hecho el término contubernalis era usado para nombrar las parejas de los esclavos, que no se casaban.
Llegados a este punto, y para terminar, me gustaría concluir haciendo referencia al término ludia. No es un término que aparezca en la epigrafía que nos ha llegado a día de hoy, pero si sale mencionado en diversas fuentes clásicas (en 6 ocasiones), como Juvenal en el texto que comentábamos al principio de este artículo, o Marcial en sus Epigramas, cuando nos habla de Hermes. Hay quien dice que ludia podía referirse a una mujer gladiadora15, si bien esa hipótesis (basada en una inscripción hallada en una cerámica en Leicester16) parece estar abandonada y superada hoy día por no tener una argumentación sólida. El primero en traducir ludia como sinónimo de mujer relacionada con el ludus sería Pablo Piernavieja17, más tarde, Ville18 en su famosa obra, dice que las ludias serían las compañeras que vivían con los gladiadores en el ludus, si bien eran relaciones inestables debido a la posibilidad de muerte que implicaba la profesión, es decir, no llegaba a considerar el matrimonio en estas relaciones. Alfonso Mañas19 en su libro también habla de que las ludias podrían ser amantes, concubinas y/o esposas de los gladiadores, si bien no hace referencia al matiz de Ville de que eran relaciones inestables.
NOTAS:
1CIL IV, 4343; 4397; 4289 y 4345
2Juvenal, Sátiras, VI 100-114
3Tertuliano, De Spectaculis 22
4Historia Augusta, Marco Aurelio 19·1-8
5Mañas, A.; (2018) Gladiadores el gran espectáculo de Roma, Ariel historia, pp.183-184
6Digesto 23.2.42 – 23.2.44.
7Suetonio, Los 12 Césares, XXI·5
8Plinio el viejo, Historia Natural, 7·20·80
9Plutarco, Moralia, 1099B
10El ejemplo del epitafio de Probus : Epigrafia Anfiteatrall dell´Occidente Romano (en adelante EAOR) VII·25
11EAOR I·91
12EAOR II·45, especifica 5 años y 2 meses.
13Cidoncha Redondo, F.; (2017) “Los gladiadores, sus mujeres e hijos en las provincias occidentales del imperio romano”, Universidad de Sevilla
14Investigador del V Plan Propio de Investigación de la Universidad de Sevilla
15Jackson (2000:18), Ricci (2006:97)
16CIL VII 1335: “Verecunda ludia Lucius gladiator”
17Piernavieja Rozitis, P (1972) “Ludia: un terme sportif chez Juvenal et Martial”, Latomus 31 pp.1037-1040
18Ville, G. (1981) La gladiature en occident des origines à la mort de Domitien, Roma p330
19Mañas, A. (2018) Gladiadores el gran espectáculo de Roma, Ariel Historia, Madrid. p.315
Imagen de cabecera: Tumba del gladiador Danaos, con su hijo Asklepiades y su mujer Eorte, actualmente en el kunsthistorisches museum de Viena. Fuente: Erich Lessing Art Resource, NY