Los gladiadores de la plaga


En estos días de pandemia, he echado la vista atrás y me he fijado en otra de las mayores pandemias que registró el mundo antiguo: la Peste de los Antoninos, también conocida como la Peste de Galeno. Ya, pero Javi, este blog va de gladiatura… ¿que tiene que ver una pandemia con los gladiadores? Pues leed, leed hasta el final, que veréis que está estrechamente relacionada.

Según una investigación publicada en la revista científica Asclepio1, el estado de salud de Roma en general, antes de esta pandemia que mencionamos, había sido bastante bueno, superando todos los brotes de enfermedades que tenían una característica mas bien local y estacional, y es que la introducción de la medicina científica griega había ayudado mucho en este buen estado.

Pasó que durante el año 162 d.C. Marco Aurelio mandó a su corregente, Lucio Vero a las fronteras orientales del Imperio, con la mala suerte de que dos años después, aún durante la campaña militar, se desató una peste en la zona de guerra, causando muchas bajas entre los soldados y expandiéndose luego por los lugares por donde pasaba el ejército de vuelta a casa, según nos cuenta, entre otros (como Amiano Marcelino2), Dión Casio3.

En el año 166 d.C la Peste Antonina llegó a Roma, citado esto en Historia Augusta4
Tuvo la fatalidad, segun parece, de llevar consigo la peste a todas las provincias por donde pasó hasta que llego a Roma” especificando unas líneas mas adelante, su origen en el oriente y su expansión, no solo por Roma, sino por el mundo conocido “desde allí apestó el reino de los partos y el orbe”.

Esta pandemia era nueva para los romanos, teniendo una tasa altísima de contagio y de muerte. El miedo al contagio, por los propios médicos como Galeno5 y la expansión y mortalidad de la enfermedad acabó por concluir que no era posible la cura, y que la única opción era huir, en este sentido, tenemos una cita de Aulio Cornelio Celso6, indicándo como una de las medidas a tomar frente a una peste:

También hay observancias necesarias para que un hombre sano las emplee durante una peste, aunque a pesar de ellas no puede estar seguro. En ese momento, entonces, hará bien en marchar al extranjero

Esto supuso un auténtico revés general, y especialmente militar, ya que muchos soldados perecían por esta enfermedad (recordemos que los primeros en contraerla y el foco de contagio, fueron las legiones que Lucio Vero llevó a Oriente para luchar contra los Partos), y los posibles reemplazos, estaban también muriendo.

Es este punto, cuando la peste pegaba más fuerte7, Marco Aurelio estaba en plenas guerras marcómanas. Y en este punto es donde lo relacionamos con los gladiadores. Por que ante la escasez de reemplazos entrenados, reclutó soldados de donde podía, como nos queda reflejado en el siguiente pasaje de Historia Augusta8:

“Dado que entonces arreciaba aun la epidemia, restableció con gran escrupulosidad el culto a los dioses y, como se había hecho durante la guerra púnica, ordenó preparar para la milicia a esclavos a los que como a los “volones” dio el nombre de voluntarios . Equipó con armas también a los gladiadores a los que llamó “complacientes”9. Enroló como soldados también a ladrones de la Dalmacia y de la Dardania. Armó también a los “diogmitas”. Compró tropas auxiliares a los germanos para luchar contra ellos mismos. A parte de estas medidas, preparo sus legiones como da la diligencia posible para la guerra contra los germanos y los marcomanos.”

Las necesidades surgidas de la Peste Antonina, obligó a Marco Aurelio a llevarse una brigada de gladiadores como unidad militar. No obstante, no fue, ni sería esta la única vez que los gladiadores se relacionaban de manera estrecha con el ejército, pero eso, es carne de otro post.


Notas:

1Ejemplar de enero-junio de 2007

2Amiano Marcelino, Res Gestorum (más conocido como Historias) XXXI 6·24

3Dión Casio, Historia Romana, LXX 3·1 / LXX 3·1 / LXXI 2·4

4Historia Augusta, Lucio Vero VIII·1

5Galeno de Pérgamo, conocido por ser médico de gladiadores, donde alcanzó fama para ser luego médico personal de la familia imperial.

6Celso, De Medicina I·10

7Historia Augusta, Marco Aurelio XIII 3·6

8Historia Augusta, Marco Aurelio, XXI 6·8

9En latín los nombra como obsequentes “Armavit etiam gladiatores, quos obsequentes appellavit


Imagen de cabecera: estatua ecuestre de Marco Aurelio a la entrada de los Museos Capitolinos, Roma. Fotografía de Javier Romay