Nuevo año, nueva cita con Sasamón y su fiesta «Segisama Julia». Al igual que todos los años, siempre procuramos aprovechar este evento para renovar nuestro espectáculo dándole una pincelada nueva. Nos sirve así para cerrar generalmente nuestra «gira española», y empezar a plantear la siguiente temporada.
Este año en Sasamón han decidido dedicarle el evento a Augusto, así que nosotros hemos decidido llevar como extra al propio combate la explicación del cambio de equipamiento en la gladiatura sucedido a raíz de las reformas augustas. Parece que tuvo buena acogida en el público, aunque no tanta como el combate ritual en el que tocamos teclas concretas que nos ayudaron este año a, de una forma especial, conectar con los corazones de los allí presentes, y es que la fortaleza de los orígenes de la gladiatura, los duelos fúnebres, tienen un algo especial que es imposible no sentir.
No obstante, y en la línea que llevamos trabajando durante el último año y parte del anterior, también ofrecimos un espectáculo de deporte griego, pues como me gusta mucho recordar, de la frase de nuestro amigo Juan Gabriel «el atleta precede al guerrero» y son dos espectáculos que se complementan muy bien, a parte de ser una dinámica que a nosotros nos encanta: rescatar el deporte de la antigüedad con los valores que los clásicos le daban, pues consideramos que tenemos mucho que aprender del pasado, y mucho que rescatar de este pasado para mejorar la sociedad moderna.
Aunque no sea parte de nuestro espectáculo, quiero destacar el excelente labor de Fernando Barriales y su maravillosa colección de gladiadores de hueso policromados. La colección tiene tiempo ya empezada, pero es la primera vez que la veía en todo su esplendor. (Disculpadme la calidad de la imagen, la he tenido que sacar de un vídeo)

Este año, por suerte, las excelentes bailarinas de Sasamón cambiaron de danza, y no hicieron la de la lluvia, permitiéndonos el clima llevar a cabo la fiesta sin problemas (el año pasado llovió en una tarde lo suficiente para un lustro, mínimo). Fuera bromas, este año la climatología fue excelente, por que pese a salir el sol, las nubes recurrentes y una libera brisa, hicieron que pudiéramos estar a una temperatura MUY agradable todo el día.
Destacar, a nivel interno, de esta edición, la ofrenda personal de nuestro gladiador Calidio, pues el combate ritual de esta edición ha sido en honor a su abuela, fallecida recientemente. Destacar también que durante este evento, se incorporaron como tirones (es decir, a prueba) dos nuevas personas al grupo, de las que me llevo un buen sabor de boca por lo que vi en ellos durante el tiempo que compartimos. Hacía mucho desde la última persona que, de todas las que probaron, se ganó la suficiente confianza por nuestra parte para abrirles las puertas a la noviciada. Dejemos ahora al tiempo trabajar, y ver si la primera impresión se demuestra cierta con los hechos venideros.
Como siempre, el trato recibido por parte de los organizadores, especialmente de mano de Silvia (sin querer despreciar a nadie, pero es con quien más contacto tenemos a lo largo del año y en la fiesta), ha sido maravilloso, y la calidez del público, especial. Siempre que hablamos entre el grupo de este evento, es una cosa que nos llama la atención (para bien, obviamente), el tremendo respeto del público por lo que hacemos y el cariño que demuestran año tras año hacia nosotros y nuestro espectáculo.
De nuevo, mil y unas gracias, Segisama Julia.
