Hoy, exactamente hoy, 1 de marzo de 2021, se cumple un año del lanzamiento de Lucius Spiculus Divulgación ante el gran público. Con motivo del primer aniversario, he querido contaros un poco como nació y como ha sido este primer año del proyecto, con sus altos y bajos, que no fueron pocos, así que vamos a ello.

Los motivos que me llevaron a fundar Lucius Spiculus son diversos pero de largo recorrido, y que os explico detalladamente en la entrevista que me hizo ayer Juan Tranche, pero una vez llegado el momento en el que tomé la decisión de sacarlo adelante, quiero precisaros un detalle que considero de peso para mí: aunque legalmente el proyecto está constituido desde el 3 de enero de 2020, no lo hice público ni empecé a darle movimiento hasta el día 1 de marzo de 2020, y hubo varias razones para ello. La primera fue la preparación del material necesario para poder acudir a eventos y hacer entrenamientos. También dediqué esos tres meses a hacer un fondo de artículos para poder mantener una periodicidad semanal, ya que el artículo más simple me lleva al menos un par de días de investigación más la propia redacción. Algunos como las monografías, pueden llevar un par de semanas de esfuerzo para rematarlos. Pero principalmente, quería esperar al 1 de marzo para lanzarlo en un recuerdo a los dioses que regían el mundo en la época de la auténtica gladiatura, en una suerte de encomendación a su bendición y protección, ya que las kalendas de marzo están ligadas al Dios Marte, claro amigo del mundo marcial y, como no, de los gladiadores.

No me imaginaba yo que el 13 de marzo iba a cambiar el mundo como lo hizo. No os voy a engañar, fue un mazazo importante, sobretodo por que durante esos tres meses entre la creación y la presentación del proyecto, no había estado quieto, había ahorrado y cerrado algunos viajes por Europa para luchar con otros compañeros recreadores de España, Francia, Alemania, Italia y Croacia. La idea era, en una primera instancia, conocer otros grupos, otros ambientes, otras formas de hacer las cosas y luchar en esos lugares, en mi afán por profundizar cada vez más en la gladiatura. Uno de mis principales objetivos era cargarme la cámara al hombro y hacer un videoblog sobre este mundo, hablando de los yacimientos arqueológicos relacionados con la gladiatura, las luchas modernas, los puntos de vista de los recreadores modernos, entrevistas en vídeo…vamos, que venía cargadito el año.

El confinamiento, como a todos, no solo afectó al nivel del proyecto, si no a nivel laboral y familiar. A mayores se me juntaron situaciones personales complicadas, lesiones… pero como soy fiel seguidor del estoicisimo, dejé de lado aquellas cosas sobre las que no tenía ningún poder real de cambio o solución y me centré en como podía re-encaminar el proyecto, y así fue como redoblé esfuerzos para mejorar estéticamente la web, las redes, crear mas contenido y empecé a gestionar los futuros directos de la cuenta, que no estaban en mis objetivos el 1 de marzo.

A pesar de la imposibilidad de hacer actividades presenciales, conocí virtualmente a mucha gente relacionada con la gladiatura, historiadores, filólogos, arquitectas, entrenadores, escritores…con los que por suerte ha cuajado una simpatía por el proyecto y de los que he podido aprender mucho y mejorar en mi camino, a parte de salir propuestas muy tentadoras para un futuro, esperemos, cercano.

El no poder hacer gasto alguno, por que nada se podía hacer, también incrementó mi capacidad de inversión en el proyecto, pudiendo incorporar muchísima mas bibliografía a mi biblioteca personal, encargar material a artesanos a un mayor ritmo y dedicar tiempo a otras cosas que en un mundo no pandémico me hubiera sido más complicado. No hay mal que por bien no venga que se suele decir.

Lo que empezó como una vía de escape a toda la frustración de no poder llevar a cabo los proyectos originales, acabó por ser una fuente de aprendizaje y colaboraciones tremenda, que me ha dado un feedback bastante importante que solo resulta en capacidad de mejora. También ha sido una oportunidad de centrarme en dar a conocer un poco más el proyecto, siendo hoy en día, por el feedback que acabo de mentar, bastante sonado en cuanto a gladiatura. No ha parado de darme sorpresas y alegrías en este sentido.

Para este nuevo año ya he empezado a ofrecer algunas novedades, como son las reseñas y sorteos, con la colaboración de muchas editoriales, que no hubiera imaginado tan accesibles fuera del proyecto, la verdad. Tengo también algunas cosas que tengo muchas ganas de enseñaros y anunciaros, pero dependen totalmente del estado sanitario del país, así que tendré que ir a cuentagotas. Solo os puedo adelantar que si bien el primer año económicamente y a nivel de actividades me ha dado un buen palo, también me ha dado un empujón enorme a nivel de propuestas que me han ido llegando para actividades y eventos muy jugosos, que espero enseñaros a lo largo de este año.

Para terminar este pequeño vistazo superficial al último año, no quería despedirme sin agradecer a todos los que colaboráis en el proyecto vuestra participación, de una manera u otra, ya sea con artículos, accediendo a las entrevistas, donando material, y todo ello de forma altruista en pro de una divulgación de calidad sobre gladiatura, nunca me llegarán las palabras para demostraros mi aprecio. También agradeceros a todos los que leéis las entradas del blog, que participáis en las redes, que compartís mi contenido, que veis los directos, o que os dejáis caer por el canal de Youtube…en definitiva, todos aquellos que me dais vuestro apoyo de una manera u otra. El ver que detrás del esfuerzo de uno, y de sus colaboradores, por sacar esto adelante, hay gente que consume y disfruta el contenido, sin duda alguna, es algo que me reconforta.

Por muchos más años y mucho más contenido para vosotros. Por y para la gladiatura.

 

Javi Romay.