Han pasado ya unos cuantos días del evento, pero no quería dejar de escribir sobre él. Entre la cantidad de eventos que hemos tenido seguido, mezclado a la necesidad de unas vacaciones por mi parte, pues se ha ido posponiendo, cosa que ya venía advirtiendo que pasaría (y seguirá pasando) aquí. Vamos al lío.
Este año, por primera vez, hemos podido colaborar con la Domus Romana de Carucedo. Una fantástica reproducción/recreación de lo que sería una Domus romana, en pleno corazón del Bierzo, dentro del espacio natural de las Médulas. Esta colaboración fue posible gracias a la gentil proposición por parte de nuestro gran amigo Gonzalo, de la asociación Ludus Bergidum Flavium, de Cacabelos, que fue quien nos puso en contacto directo con la organización o, mejor dicho, quien organizó directamente nuestra participación.
Este año, como podréis comprobar si consultáis el calendario de eventos de esta propia web, estuvimos a tope (y eso que no hemos puesto todos los compromisos que hemos atendido, solo aquellos en los que hemos ido en nuestro nombre, y no en colaboración/ayuda de otros grupos), y nos llegó todo con poco margen de maniobra, así que solo nos desplazamos al lugar dos miembros del ludus.
Nuestra tarea allí consistió en una pequeña introdución al mundo de la gladiatura, breve, pero que muy breve, junto con una lucha clásica: secutor vs retiario, tras la cual tuvimos que retirarnos debido a otros compromisos. Fue llegar, actuar y marchar. No obstante, sirve esto como una declaración de intención de colaboración futura con más profundidad, puesto que tanto nosotros, como las personalidades responsables de aquel espacio, quedamos encantados con las diferentes propuestas para aquel espacio y nos encomendamos a hablar con más calma para el año 2026, cosa que así será.
Destacar que el sitio está realmente apartado de todo, teniendo un par de casa a lado, pero totalmente desierto alrededor. Esto tiene sus pros y sus contras, puesto que quizá la visibilidad no sea la mejor, pero también permite dedicar el entorno a la recreación (y no a la ya tan común evocación histórica), si los esfuerzos se encaminan en esa dirección. Destacar también la calidad del espacio, que si bien necesitaría una pequeña mano para sacarle todo el rendimiento que podría dar, es un punto de partida PRIVILEGIADO.
Con la sensación de que aquel lugar está destinado a sonar alto y fuerte en el panorama nacional con los esfuerzos y la implicación de los diversos agentes que están o puedan estar implicados, nos fuimos de aquel lugar, dándole vueltas a la cabeza a las mil y una propuestas plausibles para aquel lugar.
Sin duda, la domus romana de Carucedo está destinada a algo grande. Y por ello trabajaremos.
