El Tracio
Volvemos con uno de los trabajos mas concienzudos, y que más acogida y difusión están teniendo, del proyecto: las monografías. Hoy le toca el turno al tracio.
Esta armatura es una de las mas famosas y conocidas aún hoy en día. Forma parte de las llamadas armaturas étnicas, que viene a significar que surgieron a raíz de un guerrero de un pueblo rival de Roma, al que, tras vencerlo, usarían su estilo de lucha o su equipamiento en la arena, en este caso, de un guerrero de origen tracio, si bien según algunas teorías académicas1, podría derivar tanto de los peltastas tracios, como de los campano-lucanos. La primera referencia que tenemos en fuentes clásicas nos viene de Cicerón2, que nos hace referencia al final de un combate, donde un gladiador degolló a un tracio. Pese a ser esta la primera referencia escrita, seguramente ya llevarían algo de tiempo introducidos en la arena, como apunta Alfonso Mañas3 o Luciana Jacobelli4, al recordar que Sila obtuvo prisioneros tracios en sus guerras contra Mitrídates del Ponto, en la década del 80 a.C.
Un elemento muy distintivo, del que hablaremos mas adelante, es que en los cascos (en época republicana) y yelmos (época imperial) de este gladiador, siempre se adornaba la cresta con la cabeza de un grifo, animal mitológico muy arraigado en la cultura tracia.
Tenemos constancia de que los emparejamientos más comunes de esta armatura, a lo largo de toda su historia, fueron contra murmillos5, si bien tenemos referencias contra oplomacos6 y, de manera muy excepcional, contra otros tracios7.
Una vez que le hemos hecho una breve introducción, pasaremos a hacer un repaso de su equipamiento y sus variaciones a lo largo de su existencia. Como siempre, obviaremos la parte del equipamiento que es común a todas las armaturas, y que ya quedó especificada en la primera publicación de esta serie, que podéis consultar pinchando aquí.
Los cascos/yelmos
De nuevo, debemos diferenciar dos etapas principales, la primera, en su época republicana (a.C.), donde emplearían cascos, es decir, la cara al descubierto, ya que tras la reforma augusta se prohibirían los cascos en favor de los yelmos, que cubrirían la cara y evitarían heridas fatales en esta zona. En este caso, tenemos un casco de corte heleno, clasificado por Junkelmann como subtipo chieti y referenciado como de tipo thraex en diversos estudios8, importante destacar la pequeña cabeza picuda en el extremo de la cresta, en referencia al grifo que hablamos en la primera parte de este monográfico.
Respecto a sus carecterísticas técnicas, poco precisa la ficha del museo, que nos da sus medidas (35,2 x 38,7 x 41,3 cm) y en alguna publicación mencionada en la propia web9, nos da la siguiente información extra sobre su peso: “no es muy pesado para lo grande que es”.
Una vez visto el casco típico de era republicana, veremos los dos ejemplos que tenemos tras la reforma augusta, encontrados en Pompeya y datados del S.I d.C. De nuevo, apreciamos en este casco, la cabeza picuda que figura en el extremo de su cresta, en referencia al animal mitológico: el grifo. Ambos cascos se conservan actualmente en el Museo Arqueológico Nazionale di Napoli.
En cuanto a las características técnicas, en este caso tenemos algo más de información, detallándonos las medidas del primero en 45,5×44 cm, con un grosor que varía entre los 1,2mm en sus partes más débiles y 3,4mm en las alas y el visor, alcanzando un peso total de 4Kg; y del segundo en 43,5 x 37,5 x 22cm, con un grosor que varía entre los 0,95mm en las zonas mas delgadas, a 4,23mm en el ala o 2mm en el visor. Su peso total es de 3,4 Kg.
Grebas
A mayores de las protecciones acolchadas que llevarían cubriendo tanto sus piernas como sus muslos, llevaría por encima unas grebas metálicas a modo de espinilleras modernas. En esta armatura, las grebas se caracterizan por su gran tamaño, siendo las mas grandes entre los gladiadores, cubriendo desde el tobillo hasta sobrepasar ampliamente la rodilla, cubriendo parcialmente el muslo. Las grebas de este tipo que han llegado a nuestros días se han encontrado en Pompeya, y aunque comparten morfología, varían mucho en su decoración, desde las que son completamente lisas, con un pliegue a la altura de la rodilla, hasta las totalmente opulentas con detalles estéticos en toda su superficie.
En cuanto a los detalles técnicos, cogiendo los datos de los diferentes modelos, su altura oscila entre los los 522 y los 575 mm. Su anchura entre los 197 y los 215 mm. Si hablamos de peso, las mas ligeras están en 2,2 kg y las mas pesadas en 2,5 kg.
Escudo
Hablando de escudos, el de tracio porta un pármula, que viene a ser un escudo de forma rectangular o cuadrada, siempre curvado, de pequeño tamaño. Tenemos representaciones que la presentan con umbo (muy anecdóticas)10 y representaciones que la presentan sin él (casi la totalidad). Respecto a este escudo hay debate en la comunidad recreadora sobre si se agarraba o se embrazaba, lo cual me parece interesante debido a la ausencia de restos arqueológicos de este escudo y la difícil interpretación general de la iconografía, si bien algo podemos arañar, y os desgrano a continuación.
Tenemos alguna estatuilla que nos puede llevar a la ambigüedad, como la del Kestner museum de Hannover, ya que se ve que está agarrando una parte, pero no se aprecia si es o no un embrace. Por su lado, en un fresco perdido de Pompeya, del que se conserva un grabado, se aprecia un agarre en una parte del escudo, que de estar tan ladeada, podría ser una de las dos piezas de un embrace, pero la dudosa fiabilidad de este tipo de grabados pasado ya tanto tiempo, hace sospechar de que quizá solo fuera el asidero de un agarre normal:
Sin embargo, en el relieve de la tumba de Scaurus en Pompeya, se aprecia claramente un agarre.
Personalmente, creo que si no hay una prueba arqueológica fehaciente, y la iconografía puede llegar a sembrarnos dudas, debemos acudir a la arqueología experimental, y atender a la biomecánica de los movimientos (basando estos en las posiciones de las representaciones). Una vez hecho esto, y de nuevo recalcando el “personalmente”, creo fielmente que se agarraba.
Sica
En el caso de esta tipología de gladiador, tenía un arma muy característica: la sica. Su forma curvada se diseñó para superar el escudo del enemigo y llegar a la carne. En los primeros momentos, durante la república, esta arma era curvada, mientras que más tardíamente, en tiempos imperiales, pasó a ser angulada (45º aprox). No tenemos ningún resto arqueológico de esta tipología en metal, como si nos pasa con el pugio gladiatorio, ni en contexto gladiatorio, aunque si tenemos una rudis encontrada en un campamento militar en Oberaden. A pesar de esto, la iconografía nos deja amplias muestras de las dos tipologías.
NOTAS:
1Battaglia, D. ; Ventura, L. (2015) De Rebus Gladiatorii: from the greek gymnasion to the roman ludus, via ancient funeral rites. Ars Dimicandi, pp.111-112
2Cicerón, Filípicas, 6·13
3Mañas, A. (2018) Gladiadores: el gran espectáculo de Roma, Ariel Historia, Barcelona, pp. 73-74.
4Jacobelli, L. (2003) Gladiators at Pompeii, Getty Publications, USA. pp. 9-10
5FIG 3 Mosiaco Bad Kreuznach, alemania S.III
6Como en la FIG 1, en una lucerna del S.I a.C en el Römisch-Germanischen Museum Köln. Foto de Marcus Cyron
7FIG 2. Dibujo de una lucerna hallada en Arles, S.I . Dibujo tomado con el permiso de Dario Battaglia de: Battaglia, D. ; Ventura, L. (2015) De Rebus Gladiatorii: from the greek gymnasion to the roman ludus, via ancient funeral rites. Ars Dimicandi, p.115.
8El propio Junkelmann en su obra Gladiatoren das spiel mit dem tod (2008) Verlag Philipp von Zabern, pp. 231-232; o Gilbert, F. (2020) Gladiateurs: Histoire et armement, Historic´one, p.31 (C3)
9Bulletin of the Detroit Institute of Arts n.º 31, 1951-52, 68f.
10Como puede ser la estatuilla de bronce del S.II que tenemos en la Romerhaus de Walheim.